En el contexto de las funciones de la DGOJ uno de los fenómenos más preocupantes puesto de manifiesto a este centro directivo en el ejercicio de su actividad de supervisión es el de la corrupción vinculada a la manipulación de las competiciones deportivas y el fraude en las apuestas deportivas, que afectan al normal desarrollo de las actividades relacionadas con el juego, menoscaban los intereses de los actores implicados en este sector, y constituyen a su vez una de las mayores amenazas que se ciernen sobre el deporte, pues atentan contra sus valores esenciales y alejan de su entorno a aficionados y seguidores.